domingo, 30 de noviembre de 2008

CALOR Y CORTES DE LUZ: ¿UNA ECUACIÓN INEVITABLE?

Dos y media de la tarde. El ministro de Planificación, Julio De Vido, habla en la televisión. Una redactora de un diario web toma nota, apurada para poder cargar una nota y actualizar lo más rápidamente posible a sus lectores.

El funcionario está diciendo que es verdad que “hubo 44 mil cortes de luz” pero que eso “es normal” porque “hace cinco días que estamos con temperaturas que no bajan de los 25 grados”.

De esta manera, se justifica diciendo que los cortes harían sucedido “en cualquier lugar del mundo” y que en realidad los argentinos estamos mucho mejor que antes porque, “en enero, bajo estas condiciones, teníamos 220 mil cortes”.

Asimismo, dice que aplicarán rigurosos controles sobre las empresas distribuidoras y… De pronto se corta la luz. Esta redactora ya no sabe qué más dijo el ministro. Sus lectores tampoco lo sabrán, al menos hasta que vuelva la luz y ella pueda rastrear en alguna agencia de noticias qué fue lo que dijo De Vido y armar una nota al respecto.

De todos modos, sus lectores lo sabrán tarde o por otro medio. Claro, siempre que a ellos tampoco se les haya cortado la luz, porque en ese caso, deberán esperar con suerte tal vez al diario del día siguiente.

Como esta redactora, miles de personas de Capital y Gran Buenos Aires sufrieron durante la última semana nuevos cortes de luz, que, como no podía ser de otra manera, llegaron de la mano de un nuevo verano, de una nueva ola de calor.

Los vecinos de Caballito, Mataderos, Liniers, Olivos, Pilar, Florida y Vicente López entre otras zonas se quejaron de los cortes o bajas de tensión. Incluso, realizaron marchas y cacerolazos de protesta.


“En los barrios de Mataderos/Liniers continuamos desde ayer con constantes bajadas de tensión que no nos permite la normal utilización de los electrodomésticos”, decía Marcelo Prieto, un vecino.

Y este es un punto clave, porque paulatinamente, desde que se descubrió la energía eléctrica, nos fuimos haciendo cada vez más dependiente de ella. Así, necesitamos una computadora, un televisor o una radio para divertirnos y trabajar. No podemos imaginar nuestra vida sin un lavaplatos, un lavarropas o un microondas. Menos aún, sin un aire acondicionado en el verano.

Por otra parte, vivimos en edificios cada vez más altos, que se convierten en una trampa contra nosotros mismos con estos cortes, porque no hay ascensores ni sube el agua.

En tanto, dependemos también de la electricidad para conservar nuestros alimentos, medicamentos o cualquier cosa que necesite de frío.

Es así, como con cada corte de luz, nuestra vida se detiene. Simplemente, estamos perdidos, no sabemos qué hacer ni tampoco sabemos cómo hacer las mismas cosas que con la luz hacíamos mucho más fácilmente.

Los comerciantes pierden mercadería, los farmacéuticos corren el riesgo de que se les arruine un medicamento y la gente común se aburre sufriendo el calor. De esta manera, si bien la subsecretaria de Defensa del Consumidor, Pimpi Colombo, recordó en estos días que ante la falta de suministro hay que hacer la denuncia correspondiente ante la empresa y, si no responde, en el ENRE o en Defensa del Consumidor, todos preferiríamos evitar que con cada día de temperatura pico, año tras año, haya un inevitable corte de luz.

5 comentarios:

  1. sumemos los cortes de luz a la crisis económica y tal vez pronto eventualmente estaremos pensando porque hay intoxicaciones por alimentos en mal estado, o porque hay casos de shock uremico hemolítico o vacunas que no son efectivas: un comerciante o farmacéutico puede afrontar el costo de tirar su capital a la basura por culpa de un corte de luz?

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  2. al Ministro yo le diría que le comunique donde se produjeron los cortes a la Suprema Corte de Buenos Aires que hoy puso en funcionamiento una prueba piloto del sistema de notificación electrónica, con vistas a su implementación generalizada en el futuro: ¿como va a ser posible si no se tiene certeza de que los operadores del sistema tienen energía para prender sus computadoras?

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  3. Es inaceptable que por un lado se hable de crercimiento, de atraer capitales, etc. y por otro le digamos a las empresas que se quieran radicar que van a tener cortes de luz, que le vamos a decir: las empresas pueden venir pero tienen que generar su propia energía?

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  4. Para el control satelital de los presos con arresto domiciliario que tienen pulseras electrónicas creo que es necesaria la electricidad: por favor, que para eso tengan generador propio sino vamos a estar peor

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  5. es facil adaptarse a las comodidades de la vida moderna pero es dificil que hoy nos pidan volver a la edad de piedra

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